REFLEXIONES PARA UNA ALQUIMIA
ESPIRITUAL
Empieza buscando a
Dios
Cuando leemos en las escrituras
algún pasaje bíblico, inmediatamente se nos viene a la mente la gran
disyuntiva, que es lo primero, que hago, busco solucionar los problemas que
atañen a mi existencia corpórea, física, por así decirlo o me preocupo por
encontrar dentro de mi mismo, en mi mente, en mi alma el frescor de un
equilibrio mental, espiritual, lleno de positivismo.
Es necesario señalar con claridad
que la parte espiritual no necesariamente se contrapone a un crecimiento
material, sin lugar a dudas, si pensáramos que existe contraposición estaríamos
incurriendo en un crecimiento material pisoteando a los demás, pisoteando
valores.
Por eso es de vital importancia
entender que lo primero que debemos hacer es encontrar un valor intrínseco, personal,
interno que nos impulse en primera instancia a mejorar nuestro equilibrio
espiritual interno; para después, en consonancia con ello proyectarnos a un
crecimiento material, conducidos por una mente capaz de entendernos a nosotros
mismos, a los demás y a la realidad socio económica en que vivimos, lo que nos
llevará con toda seguridad a un crecimiento integral. Por eso es de vital
importancia cumplir el camino que nos señala el versículo mencionado, para
lograr un desarrollo con paz interna y externa.